Hablar de transformación digital acrecienta ciertos recelos en torno a la temida premisa de “que la tecnología suplantará a la persona”. En este artículo venimos a erradicar ese mito. Está claro que la era digital viene a cambiar las reglas de juego y que la adaptación es siempre el camino de la reinvención. Veamos algunas claves para mitigar el impacto en los sectores en los que la transformación digital los aborda de lleno.
25/06/24 | Lo primero que hay que señalar es que no todas las industrias se verán afectadas de inmediato. Algunas más pronto que otras. Pero, en nuestro caso, las aseguradoras están en el ojo de la tormenta. Y esto involucra tanto al capital humano como a las empresas. Por tanto, el cambio que registrará el mercado laboral irá acompañado del ritmo progresivo de adherencia a la digitalización de las empresas. Ambos están en una carrera contra la obsolescencia. Esto plantea múltiples desafíos y oportunidades. En muchos casos, cambia las habilidades requeridas, los roles laborales, la cultura organizacional y la forma en que se realizan ciertas tareas. Aquellos que puedan adaptarse y aprender nuevas habilidades estarán mejor posicionados para tener éxito en un entorno digitalizado.
Así planteado el escenario, el problema del capital humano se divide en dos: aquellos que forman parte de una empresa que comienza a digitalizarse y que rápidamente deben adaptarse y aquellos que, sin tener un trabajo, deben conseguir una contratación en un mundo que requiere progresivamente más capacidad tecnológica de alta competitividad.
La implementación de nuevas tecnologías puede encontrarse con resistencia entre el personal de una aseguradora tradicional. La gestión del cambio efectiva es crucial para garantizar una transición exitosa. La digitalización requiere habilidades técnicas avanzadas, así como capacidad en el análisis de datos, inteligencia artificial, programación, y gestión de información. Las empresas, conscientes de este desafío, deben aunar esfuerzos en promover capacitaciones y promover la formación de colaboradores en un entorno cada vez más competitivo y cambiante.
La automatización de tareas rutinarias y repetitivas puede redefinir los roles laborales cambiando procesos y requiriendo necesariamente una evolución que se adapte a las tendencias. Dado que la tecnología cambia rápidamente, los colaboradores necesitan estar dispuestos a aprender continuamente y adaptarse a nuevas herramientas y procesos.
La transformación digital requiere, además, un cambio cultural dentro de una organización, fomentando una mentalidad de innovación, colaboración y experimentación. Esto puede afectar la forma en que los empleados interactúan entre sí y con la empresa. Y así como focalizamos esfuerzos en atender la experiencia del cliente, las empresas pueden centrarse también en mejorar la experiencia del empleado a través de tecnologías como la inteligencia artificial para la gestión del talento, aplicaciones móviles para la capacitación y el desarrollo, y plataformas de colaboración en línea.
Un proceso que, post pandemia se afianzó, es la tendencia a la flexibilidad y el trabajo remoto y la colaboración en línea, lo que claramente está cambiando la dinámica de trabajo y la forma en que las empresas operan. Los empleados pueden necesitar ser más flexibles en términos de horarios y ubicaciones de trabajo.